La factura electrónica se puso en marcha en 2015 siendo obligatoria para determinadas empresas relacionadas con la Administración Pública. Con esta medida se quería asegurar la veracidad y legalidad de la factura emitida, evitando que fuese manipulada. La implantación de la factura electrónica ha conseguido reducir fraudes a Hacienda. Sin embargo, esta medida no permite controlar los pagos en efectivo, por ello se creó Ticket BAI, iniciativa que persigue reducir la economía sumergida y erradicar el fraude fiscal al completo, mediante el control de estas transacciones en metálico. El Ticket BAI también tiene como objetivo que las empresas tributen acorde a sus verdaderos ingresos, puesto que estarán obligados a presentar todas las ganancias recibidas.

La emisión del Ticket BAI sigue el siguiente esquema:

1. Envío desde el portal de la Diputación Foral.
2. El contenido se mantiene.
3. Su destinatario es la Hacienda Foral y el consumidor.

En el caso de la factura electrónica, sigue este esquema:

1. Envío desde el portal FACe o cada administración (si dispone).
2. El contenido varía dependiendo de la Administración, pero sigue el mismo esquema.
3. Su destinatario es la Administración Pública.

Ticket BAI presenta un proceso directo, con un formato aceptado únicamente en el País Vasco y con un plazo establecido. La factura electrónica, en su caso, sigue un proceso marcado por registros, validación, aceptación; su formato es aceptado en toda la Unión Europea y no tiene plazo establecido.

¿Qué ventajas nos otorgan ambas medidas?

Por un lado, la factura electrónica supone un ahorro económico para las empresas, tanto en gastos de materiales de impresión como en recursos humanos, incrementando la productividad de sus trabajadores, que gracias a este proceso cuenta con más tiempo para otras tareas. Elimina errores humanos, reduce tiempos de entrega y cobro, su almacenamiento es más ágil, seguro y legal, proporciona mayor seguridad.

Ventajas Ticket BAI

  • Un incremento control de los ingresos de las empresas y los autónomos, enviando los datos de cada factura con la identificación del usuario, el dispositivo y la aplicación.
  • Una mayor protección del consumidor, al insertar un código QR o TBAI en las facturas con toda la información que le permita ver que lo que ha pagado es lo mismo que lo que la empresa ha declarado a la Hacienda Foral.