Al acercarse el final del ejercicio fiscal, es importante realizar una serie de ajustes en la contabilidad del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) para garantizar que la información que se presente en la declaración anual sea precisa y esté actualizada.

A continuación, se presentan algunos de los ajustes más comunes que se realizan en la contabilidad del IVA

DESLIZA PARA SABER MÁS

Regularización de facturas:

Se deben registrar todas las facturas emitidas y recibidas durante el período fiscal correspondiente, incluso aquellas que no se hayan pagado o cobrado en su totalidad. Por lo tanto, se deben regularizar las facturas pendientes para reflejar la situación real de la empresa.

Devoluciones de ventas y compras:

Las devoluciones de ventas y compras también deben ser ajustadas en la contabilidad del IVA. Es importante asegurarse de que se hayan registrado correctamente y de que se hayan reflejado en el período fiscal correspondiente.

Gastos deducibles:

 Todos los gastos deducibles que se han incurrido durante el período fiscal deben ser registrados y reflejados en la contabilidad del IVA. Esto incluye cualquier gasto que se haya pagado con el IVA incluido.

Inmovilizado:

Si se ha adquirido algún bien inmovilizado durante el período fiscal, se debe calcular el IVA correspondiente y registrarlo en la contabilidad del IVA.

Autoconsumo:

Si la empresa ha utilizado bienes o servicios para su propio consumo, se debe calcular el IVA correspondiente y registrarlo en la contabilidad del IVA.

Ajustes por diferencias de tipo impositivo:

Si se han realizado operaciones con terceros que tributen en otros países con un tipo impositivo diferente al de la empresa, se deben realizar los ajustes correspondientes en la contabilidad del IVA.

Es importante tener en cuenta que estos son solo algunos de los ajustes que se pueden requerir en la contabilidad del IVA al cierre del ejercicio fiscal. Cada empresa es diferente y puede requerir ajustes específicos en función de su situación particular. Es recomendable contar con el asesoramiento de un profesional de la contabilidad para garantizar que la contabilidad del IVA se ajuste a la normativa vigente y sea precisa.

En el caso de la regularización de facturas pendientes, es importante recordar que para efectos fiscales, se considera que se ha producido la entrega del bien o la prestación del servicio en la fecha de emisión de la factura. Por lo tanto, si a fin de año existen facturas pendientes, se deben ajustar para reflejar la situación real de la empresa, incluso si se han emitido en un período fiscal anterior.

En cuanto a las devoluciones de ventas y compras, es importante recordar que en el caso de las devoluciones de ventas, se debe devolver tanto el importe de la factura como el IVA correspondiente. En el caso de las devoluciones de compras, se debe solicitar la devolución del IVA correspondiente al proveedor.

En relación a los gastos deducibles, es importante recordar que no todos los gastos son deducibles de forma íntegra. Algunos gastos solo son deducibles en una determinada proporción, como es el caso de los gastos de representación, que solo son deducibles en un 50%. Es importante tener en cuenta estos aspectos para evitar problemas con la Agencia Tributaria.

En el caso del inmovilizado, es importante recordar que el IVA correspondiente a los bienes adquiridos se puede deducir en el momento de la adquisición. Sin embargo, si posteriormente se realiza una transmisión del bien, se deberá realizar una regularización para reflejar el IVA correspondiente.

En cuanto al autoconsumo, se refiere a la utilización de bienes o servicios por parte de la propia empresa. Por ejemplo, si una empresa tiene un vehículo para uso exclusivo de la gerencia, debe calcular el IVA correspondiente a ese uso y registrarlo en la contabilidad del IVA.

Por último, en el caso de las operaciones con terceros que tributan en otros países, es importante tener en cuenta las diferentes normativas fiscales que se aplican en cada país. Es necesario realizar los ajustes correspondientes en la contabilidad del IVA para reflejar el tipo impositivo aplicable en cada caso.