¿Tienes una pequeña empresa? ¿Exportas bienes o servicios al extranjero? Si tu respuesta es no, pero te gustaría hacerlo, ¡quédate porque este puede ser el comienzo!
Exportar puede ofrecer numerosas ventajas para tu negocio, como el aumento de ventas y beneficios o el aumento de tu cuota de mercado.
La digitalización juega un papel muy importante en este paso tan grande, y puede facilitarlo, ya que a través de internet puedes llegar a un mercado muy amplio. De hecho, el porcentaje de pequeñas empresas tecnológicas que exportan es superior al de pequeñas empresas tradicionales que exportan.
No hace falta ser una gran empresa para ofrecer nuestros productos en el extranjero, pero si es necesario tener grandes conocimientos que nos eviten poner en riesgo nuestra marca.
¿Por dónde debo empezar?
A continuación te vamos a mostrar una guía sobre los pasos que deberías de seguir antes de comenzar el proyecto que dará a conocer tu negocio en otros países. Si quieres información más detallada, ¡descarga nuestro eBook gratuito!
1. Investigación de mercado
Como en todo proyecto debemos empezar conociendo las características de los mercados a los que nos queremos dirigir, y cómo llegar a los nuevos clientes.
Por tanto, lo primero que deberíamos hacer es obtener información sobre todos los países a los que podríamos llevar nuestros productos o servicios. Si no sabes bien como hacerlo, puedes observar cómo lo hacen tus competidores y qué mercados son similares al tuyo.
También es muy importante conocer las diferentes culturas para poder adaptarnos a ellas. El idioma es una clave a tener en cuenta, por lo que deberías conocerlo o tener un traductor, lo cual facilitará mucho el trabajo.
2. Adapta tus productos y tu sitio web
Y, hablando de adaptarse, lo primero que hay que preparar son nuestros productos. Debemos estudiar que los nombres que utilizamos o las especificaciones no tengan connotaciones diferentes, o incluso ofensivas, cosa que puede suceder aunque no cambiemos de idioma.
Tu sitio web, como ya se ha hablado en otros post, es tu carta de presentación y tu mejor escaparate. Según el lugar en el que vayas a trabajar deberás adaptarla para diferentes buscadores y dominios. Y, por supuesto, es necesario traducir la web para que los locales entiendan la información que quieres transmitir.
Además, tu web debe aceptar pagos con diferentes monedas y envíos al extranjero.
Pueden parecer datos obvios y básicos, pero todos los detalles deben ser estudiados y preparados a fondo.
3. Da a conocer tu negocio
El último paso, y no por ello menos importante, es realizar una campaña para dar a conocer nuestro trabajo internacionalmente. Lo podemos hacer bien con publicidad tradicional o bien a través de las redes sociales.
Las redes sociales son un gran medio por el cual ofrecer nuestros productos y servicios. Hay que tener en cuenta que no en todos los países coinciden las más populares, por ello hay que estudiar en cuales tener presencia tal y como se hizo al abrir los primeros perfiles de empresa.
También es un buen recurso asistir a ferias comerciales, donde entrarás en contacto directo con tu publico objetivo.
En resumen, conocer a lo que nos enfrentamos es la mejor manera de hacerlo todo sobre seguro y cometer los menores errores posibles.